Costó 2.000 euros operar a Gastón, pero con 10 se habría librado de la brutal paliza.
La generosidad de organizaciones y
particulares ha permitido salvar la vida de un joven camerunés que
recibió una agresión inhumana cuando intentaba saltar la valla de
Melilla. Ha tenido que ser operado de
urgencia en una clínica privada porque el hospital público de Nador no
garantizaba su recuperación después de que ocho gendarmes se ensañaran
con él porque no llevaba el dinero suficiente para sobornarles, según
declaró, como sí pudo hacer alguno de sus compañeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario