Las mujeres sirias refugiadas combaten la monotonía y los malos recuerdos haciendo alfombras.
Tejer
alfombras se ha convertido para las refugiadas sirias que viven en el
campo de Adiyaman, en Turquía, en algo más que un pasatiempo: es una
forma de dejar de pensar en lo que han dejado atrás y en los traumas
vividos y además les está ayudando a ganar un dinero. Gracias a este
taller que se ha puesto en marcha en el campo, varias jóvenes están
recibiendo formación y ganando confianza en sí mismas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario